Antonio Mondéjar | A la Isla de las Palomas la envuelve un cierto halo de misterio harto justificado. Su ubicación, siendo el enclave terrestre más al sur de la Península Ibérica y del continente europeo (Punta Marroquí), y su intensa y dilatada historia a lo largo del tiempo, desde la prehistoria a la actualidad, le otorgan un carácter insólito, casi mítico, que se experimenta cuando se recorre en toda su extensión.
Rescatada para su visita hace poco más de un año y unida a la ciudad de Tarifa por un espigón artificial, constituye una apuesta única para quienes creían conocer la provincia de Cádiz en toda su dimensión, ya que en apenas 30 hectáreas concentra valores naturales e históricos tan extraordinarios que la convierten en una de las visitas más singulares que se pueden hacer en la zona del Estrecho de Gibraltar.
En primer lugar, destacar que contrasta la ruina y desolación de los restos de los viejos acuartelamientos, herederos de su posición geoestratégica en mitad del estrecho y entre dos continentes, con los valores naturales de su entorno enclavado en el Parque Natural del Estrecho.
Respecto a su indudable importancia ecológica, destacar su riqueza marina que presume de especies únicas y que es visitada durante todo el año por científicos de todo el planeta, además de ser un punto privilegiado desde donde observar el paso de las aves en su vuelo de ida y de regreso al viejo continente.
De su interés histórico, decir que los fenicios fueron los primeros en utilizar la isla, estableciéndola como punto de intercambio de sus productos. Constancia de ello queda en los restos del puerto fenicio en la cara oeste de la isla y en los restos de, al menos, cinco hipogeos funerarios fenicio-púnicos fechados entre los siglos VI y IV a.C. La Isla cuenta con un yacimiento fosilífero de una antigüedad de entre 5 y 10 millones de años, aunque a lo largo de los años la superficie se ha visto muy alterada por la construcción de canteras de las que se extraía desde época romana roca caliza fosilífera para la construcción.
Hasta 1808, la Isla de las Palomas y Tarifa permanecieron separadas y fue entonces cuando Antonio González Salmón, responsable del espigón de Tarifa, construyó el camino que las une.
En el siglo XIX se termina la fortificación de la isla, estableciéndose desde mediados del siglo XX cuarteles y siendo sus terrenos propiedad del Ministerio de Defensa hasta que se declararon de Dominio Público Marino Terrestre en 1988. En 2003, con la declaración del Parque Natural del Estrecho de Gibraltar se empezó a proteger la isla y sus aguas.
Hoy en día, el interior de la isla solo es visitable participando en las excursiones en grupo que se organizan, ya que está cerrada al público por ser recinto militar.
Coincidiendo con su apertura, se inauguró un Centro de Interpretación, que con el lema La Isla de Tarifa. Testigo de la historia del Estrecho, propone al visitante cinco ejes temáticos para conocer la isla y dimensionar la importancia de su legado como un enclave de trascendencia geográfica, ambiental e histórica.
El visitante se puede adentrar en la importancia del Estrecho de Gibraltar, pero también en la riqueza de los fondos marinos del enclave tarifeño, a la vez que ofrece una revisión de las distintas ocupaciones que ha tenido a lo largo de los siglos. Su uso como baluarte defensivo, clave por su cercanía a África, tiene un papel especial, analizando las construcciones realizadas en el siglo XVIII, declaradas Bien de Interés Cultural, y otro eje expositivo es el faro, proveniente de la antigua torre almenara y que ya formaba parte del sistema de torres que desde el siglo XVI defendía las costas atlántica y mediterránea de los ataques de los piratas berberiscos.
La Isla de las Palomas ofrece una espléndida vista panorámica de Tarifa y de la división de sus dos mares. En la parte del Mediterráneo nos encontramos con la cala popularmente conocida como Playa Chica, con su agua calmada y cristalina en la que se practica submarinismo, y en la parte del Atlántico, con la Playa de Los Lances, en la que se practica más el windsurf y el kitesurf en las zonas habilitadas.