Antonio Mondéjar | Puestos a seleccionar las mejores calas de la provincia para combatir los embates del injustamente denostado viento de levante durante una jornada de playa, sin rebajar un ápice sus valores ambientales y paisajísticos, nos centraremos en Conil y Tarifa, donde se encuentran algunos de los secretos mejor guardados del verano gaditano. Y digo que ‘injustamente denostado’ porque hay que decir que gran parte de la belleza de los paisajes de esta provincia, incluidas sus más o menos recónditas calas, han sido cinceladas por este viento al que en estas páginas queremos dar esquinazo.
De norte a sur, comencemos por los exponentes conileños. Bastante concurridas en los meses de verano, máxime cuando el levante arrecia, las calas de Poniente, ubicadas entre el puerto pesquero de la localidad y la urbanización Pinar de Roche, son la mejor opción si estamos parando en la localidad o alrededores. Por su accesibilidad amplitud y belleza, destaca la del Frailecillo entre las existentes en este tramo a los pies de unos espectaculares acantilados.
En el entorno del citado puerto pesquero y al pie de un frondoso pinar, nos encontramos, aunque menos resguardada, con la Cala del Aceite, de fácil acceso, ambiente más familiar y unos servicios básicos.
En el área de influencia de Zahara de los Atunes, la de los Alemanes y El Cañuelo harán las delicias de quienes buscan ambientes casi vírgenes, dado su estado de conservación natural. La primera, de fácil acceso, se encuentra situada entre el Cabo de la Plata y la Punta Camarinal y la segunda, localizada al otro lado de dicha punta, es necesario recorrer durante un kilómetro la parte alta de la escollera.
Por último, destacaremos las calas del Mirlo, un paraíso perdido entre la playa de Punta Paloma y la tarifeña ensenada de Valdevaqueros. Pese a la relativa dificultad de su acceso, es es uno de los lugares más espectaculares de todo el litoral gaditano desde el que disfrutar de las vistas del continente africano.
En el entorno del citado puerto pesquero y al pie de un frondoso pinar, nos encontramos, aunque menos resguardada, con la Cala del Aceite, de fácil acceso, ambiente más familiar y unos servicios básicos.
En el área de influencia de Zahara de los Atunes, la de los Alemanes y El Cañuelo harán las delicias de quienes buscan ambientes casi vírgenes, dado su estado de conservación natural. La primera, de fácil acceso, se encuentra situada entre el Cabo de la Plata y la Punta Camarinal y la segunda, localizada al otro lado de dicha punta, es necesario recorrer durante un kilómetro la parte alta de la escollera.
Por último, destacaremos las calas del Mirlo, un paraíso perdido entre la playa de Punta Paloma y la tarifeña ensenada de Valdevaqueros. Pese a la relativa dificultad de su acceso, es es uno de los lugares más espectaculares de todo el litoral gaditano desde el que disfrutar de las vistas del continente africano.
Algunas de las mejores playas naturistas
Además de las calas tarifeñas referidas, destacamos a continuación:
- Castilnovo (Conil) Una de las playas más vírgenes, extensas y desérticas de España. Recibe su nombre de una torre vigía que la separa de la playa de El Palmar.
- Playa de Levante (Barbate) Entre la Playa de Zahora y el Cabo de Trafalgar se extiende un espectacular arenal que desemboca al mar.
- Playa de Sotogrande (San Roque) Lejos de ser un paraje natural, esta playa nudista se encuentra rodeada por una lujosa urbanización.
- Playa de Bolonia (Tarifa) Considerada una de las playas más bellas de todo el litoral español, cuenta además con la posibilidad de practicar el naturismo a poco que nos acerquemos a su espectacular duna.