José Luis Martínez | Ana María Alías Vega (Madrid, 1976) es el mejor ejemplo de esa popular expresión que dice que “el gaditano nace donde le da la gana”. De raíces malagueñas, la cantante Pasión Vega lleva casi media vida siendo una vecina “de Cadi Cadi”. Nuestra protagonista se instaló hace más de dos décadas en la milenaria tacita de plata, donde buscó inspiración para su música de la mano de grandes autores locales como Antonio Martínez Ares o Jesús Bienvenido y se convirtió en una gaditana más. Allí se enamoró de su luz, de su aroma y de su gente, de la alegría en sus calles. Fue en Cádiz donde nacieron los mayores proyectos de su vida, entre los que siempre destaca el más importante de todos: su hija Alma
¿Qué es lo primero que se te pasa por la mente cuando te hablan de Cádiz?
Lo primero en lo que pienso es siempre en la claridad, en la luz que creo que comparte con muy buena parte de Andalucía. Hay otros lugares de Andalucía que también tienen una luz especial, pero algo tiene Cádiz que, cuando entras por primera vez, te traspasa. No solo la luz, sino también el olor a sal y a libertad.
De orgullosas raíces malagueñas, pero profundamente enamorada de la provincia de Cádiz. ¿Qué tiene esta tierra que la hace tan especial? ¿Qué te hace sentir?
Me enamoré de la alegría desbordante de la gente y de la ciudad, pero con el paso de los años me he ido quedando más con la cercanía de la gente, con la vida casi de pueblo que se hace aquí. Vivo en una casa antigua, de las que llaman aquí “casas típicas gaditanas”, con su patio central y muy poquitos vecinos. Somos como una pequeña familia en rinconcito de un céntrico barrio de Cádiz. Prácticamente nos conocemos todos los vecinos. La cordialidad y la solidaridad que se crea entre unos y otros es lo que al final hizo que me quedara. Y no solo yo, sino también mi hija Alma. Ella nació y se crió aquí, y no solo nos sentimos acompañadas por la familia real, la de sangre, sino por esa familia que se crea aquí. Es una sensación de tranquilidad que me gusta mucho y creo que es lo que más me ha atrapado de Cádiz.
¿Qué es para ti lo más característico de este rincón?
Sin duda, la gente que te va diciendo cosas por la calle. “La guapa de Cádiz” me dijo el otro día un vecino, y yo le respondía que menudo piropo más bonito me acababa de echar (ríe). Aquí la gente no es invasiva, el gaditano y la gaditana son muy respetuosos. Eso también es algo que hace que la vida aquí sea muy bonita y agradable. No invaden tu espacio, sino que te saludan, te hacen reír, te hacen sonreír, se hacen notar. Porque es verdad que el gaditano y la gaditana son de hablar fuerte por la calle y por la ventana. Pero lo más importante es que lo hacen desde el corazón y respetando tu espacio.
Eres una enamorada de la cultura y las tradiciones gaditanas. Fuiste pregonera del Carnaval de Cádiz en 2007 y sabemos que lo tienes muy presente, llegando a colaborar incluso con autores como Jesús Bienvenido o Antonio Martínez Ares. ¿Qué se siente cuando una tierra te abre los brazos de esa manera?
La verdad es que esa fue la primera vez que yo hacía algo así. Era jovencita y no tenía experiencia en ese ámbito. Creo que ninguno de los elegidos tenemos experiencia en preparar un pregón. Cuando me lo dijeron sentí algo muy bonito. Le quise hablar a la ciudad a la que quiero para llegar al corazón de su gente. Hice una especie de pregón teatralizado y musical, con coplas de carnaval y poesía, piropeando a Cádiz. Esa experiencia me conectó con la gente de aquí para siempre, me hace sentirme muy orgullosa de formar parte de la historia de esta ciudad. Es lo más a lo que puede aspirar quien ama a esta tierra. También haber sido Estrella de Oriente, el año pasado, fue muy bonito.
El Carnaval de Cádiz… ¿Patrimonio de la Humanidad?
Yo creo que lo merecería en toda regla, por lo que se produce aquí en la ciudad y por las características que tiene: la crítica social, el involucrar a familias completas, a personas de todos los ámbitos, de cualquier estatus y pensamiento, de lugares diferentes… Son miles de personas que se ponen de acuerdo para salir a la calle y hacer sonreír a la gente, para hacer pensar con la genialidad de esas letras y tipos en todas las modalidades. Es una fiesta con una tradición muy antigua y que ha servido de escuela para los jóvenes. De aquí han salido grandes músicos, grandes compositores, grandes intérpretes. Son muchos estilos unidos y un mestizaje de la música tanto de Latinoamérica como de su origen italiano. Todo lo que se construye aquí, en este rincón, creo que tiene muchísimo interés. Creo que es algo importantísimo lo que sucede y claro que sí, seguiremos peleando para que llegue a ser Patrimonio de la Humanidad.
Hablemos de tu trayectoria musical. Más de 30 años en activo, diez álbumes de estudio, cinco discos de oro y tres de platino, que se dicen pronto.¿En qué punto de tu carrera te encuentras?
La verdad es que estoy en un punto creativo bastante interesante, donde el soltar algunos lastres que se van teniendo a lo largo de la carrera de todo artista y persona que se dedica a la cultura te ayuda. Te va surgiendo otro camino, te van surgiendo otros proyectos, y en este momento me están surgiendo algunos muy diferentes y diversos, vinculados con el jazz por ejemplo. Acabamos de preparar un repertorio con Moisés Sánchez, pianista de jazz madrileño, dedicado a Almodóvar. Sigo con el Lorca Sonoro, y para diciembre estrenaremos otra obra nueva en el Teatro de la Zarzuela con un equipo maravilloso. No puedo adelantar tanto, me gusta guardar un poquito de misterio, pero realmente creo que estoy en un proceso creativo muy bueno y de libertad creativa, que es mucho más interesante. Todos los proyectos que llegan suponen siempre un paso más allá para seguir aprendiendo e ilusionándote por esta profesión. Algo que, al mismo tiempo, sientes como una responsabilidad y con nervios. Todavía puedo seguir agregando cosas y ahondando en algunos caminos que me quedan todavía. En ello estoy.
Has tenido la suerte de trabajar con muchos artistas gaditanos. ¿Con cuál te quedas?
La verdad es que he colaborado con gente maravillosa de aquí, de Cádiz. Gente impresionante: David Palomar, Chipi La Canalla, Juan José Téllez, Antonio Martínez Ares, Jesús Bienvenido, Sara Baras…Me gustaría muchísimo hacer algo con la Niña Pastori, que nunca he cantado con ella. Somos amigas,nos queremos mucho y coincidimos bastante. Si tuviera que elegir, me encantaría hacer algo con ella.
¿Cómo ha influido esta provincia en tu música?
Cádiz es el lugar donde me inspiro para mis discos, mis trabajos, para arrancar algunos proyectos. Por ejemplo, en el Lorca Sonoro participan bastantes paisanos. Es un proyecto de creación propia, pero participan muchísimos gaditanos. Ana López Segovia es la directora de escena y dramaturga, que me ha ayudado con todas esas piezas que yo tenía en mi cabeza, con las escenas y canciones, dirigiéndonos a todos. Víctor Sánchez Clavijo, de Algeciras, es maravilloso tenerlo en el equipo con nosotros y siempre nos acompaña. Javier Catumba, percusionista gaditano, o Juan José Téllez y Chipi, con los que siempre hablo mucho y me ayudan en todo el proceso creativo. Están siempre presentes en mi vida. Una va a adoptando siempre expresiones y hay veces en las que le he dedicado canciones completas a Cádiz, como esa Habaneras de los Ojos Cerrados o las Habaneras de Cádiz del mismísimo Carlos Cano, que interpreté en Pasión por Cano… Siempre hay guiños a Cádiz en todos mis discos. Si no hay autores gaditanos, hay guiños en los ritmos y en la manera de afrontar las canciones. Claro que tiene mucho que ver, siempre está presente.
Si tuvieras que escoger un lugar del mundo en el que parar el tiempo… ¿Sería éste?
Yo creo que sí. En alguna playa inmensa de Cádiz como Bolonia. Subirte a esa duna y otear África, que a veces casi parece que la podemos tocar con la mano. Tengo la sensación de que Cádiz es ese lugar donde se para el tiempo y la vida se saborea de otra manera, mucho más a fuego lento.
Nos hemos centrado mucho en cómo vive la provincia de Cádiz el verano, ya que son decenas de miles de personas las que vienen a visitarnos cada temporada estival, pero la realidad es que aquí disfrutamos los doce meses.
La provincia de Cádiz tiene muchísimo que ofrecer durante todo el año, por supuesto. La gente disfruta mucho cuando viene a Cádiz con su comida, con la forma de entender la vida que tenemos aquí, disfrutando de la buena mesa y de la buena sobremesa.Cada vez tiene más oferta cultural, que creo que es muy importante para una provincia. La cultura, la música, congresos como el de la Lengua, los Premios de las Artes… Creo que es muy importante y nos enriquece a todos. Es otra manera de descubrir Cádiz, no solamente por sus playas y por su clima, que tiene un clima estupendo, sino porque creo que también está despertando a nivel cultural. Y eso la hace todavía mucho más atractiva.
Por último, ¿cómo invitarías a todo el que nos lea a que visite Cádiz?
Quienes vengan podrán descubrir un lugar donde uno nunca espera poder encontrar rincones tan salvajes. Hay lugares todavía tan poco explorados, y que esperamos se sigan respetando, que son todo un acierto porque te permiten desconectar de verdad. Hay un turismo a nivel familiar muy relajado, un turismo de calidad y buena gastronomía, buen clima, gente maravillosa y acogedora, y muchas cosas para hacer y visitar. La verdad es que lo tiene todo, y durante todo el año. Desde dehesas, bodegas, toda la parte de interior, castillos, pueblecitos blancos… Cádiz merece la pena.
NUESTRO QUIZZ
Cinco lugares de la provincia donde perderse
- Playa de Bolonia (Tarifa)
- Punta del Boquerón (San Fernando)
- Playa de Zahora (Barbate)
- Vejer de la Frontera
- Alameda de Cádiz
Tu plan perfecto durante todo el año
- Turismo rural en Grazalema
Cuatro recetas
- Papas con Choco
- Papas Aliñás
- Tortillitas de Camarones
- Atún de Barbate, de todas las maneras