Fogones de Madrid y Barcelona vieron los inicios de un curioso e incipiente chef para el que la cocina lo es todo. Llegado a Jerez por un giro del destino, Julián Olivares ha logrado en los últimos años consagrarse como toda una referencia en la zona.
![Restaurante Julián Olivares](https://cadizentuboca.es/wp-content/uploads/2023/06/53b-300x200.jpg)
Fue en su etapa en el Hotel Jerez en la que comenzó a traer productos frescos foráneos y a potenciar los de cercanía, fusionando ingredientes y técnicas de las que es perfecto conocedor y estudioso. Todo ese bagaje se ve reflejado en sus platos, auténticas y atractivas paletas de colores rebosantes de sabores y aromas. Albores y A Mar son los dos lugares donde los mismos pueden, y deben, disfrutarse. Albores fue el primero de los establecimientos que Julián se aventuró a abrir allá por el año 2013, significando un gran éxito que sigue prolongándose con el paso del tiempo. Toda buena ruta que se precie recorriendo el Centro Histórico comienza o acaba aquí, tanto si eres jerezano como visitante y sea la hora que sea. Y es que Albores tiene esa vitola de restaurante casual con el que siempre acertar –ya sea compartiendo un momento informal con amigos y familia en su acogedor interior o en su amplia terraza– gracias a su infinidad de propuestas, incluyendo un enorme abanico de vinos. En Albores, materias primas escogidas con detalle y buen criterio, junto con elaboradas creaciones redondean una experiencia de diez.
![Plato Julián Olivares](https://cadizentuboca.es/wp-content/uploads/2023/06/53a-300x200.jpg)
Eso sí, como buen talentoso, Julián Olivares supo siempre que el siguiente paso tras lograr un sobresaliente era optar a la matrícula de honor y es por ello que inauguró AMar en 2017, a escasos metros del primero.
Aquí, además de los mejores pescados de la Bahía, se disfrutan especialmente piezas selectas de carnes maduradas a la brasa o una exquisita variedad arroces, con una apuesta clara y firme por lo autóctono con productos de proximidad y de mercado. Con todo ello se elaboran aquí creaciones ideales para compartir y que abarcan desde la cocina castiza hasta la más internacional, logrando una vez tras otra satisfacer a los paladares más exigentes. Además hay que recordar que su carta, aunque fija, incorpora novedades a lo largo del año en función de los productos de cada temporada. En resumidas cuentas, tanto los planes improvisados como los almuerzos y cenas más meditados tienen nombre en el centro de Jerez y esos son los de Albores y A Mar, respectivamente. Dos lugares en los que disfrutar compartiendo y, sobre todo, saboreando.